Abrumado por las inmerecidas palabras del "master" y por qué no, algo afectado por mi influencia en el cierre provisional del Pandora, me he animado a dejaros "colgado" los capítulos 1 y2 de una obrilla de teatro que, -sólo a modo de borrador-, escribí para un compañero de Teatro y "otras Obras", y que por avatares del arte, hasta la fecha sólo ha servido para que la gente, tras su lectura, apenas sí se anime a apuntarme alguna correción gramatical u ortográfica, obviando cualquier otro valor digno de mención.
En cualquier caso, y con la honda esperanza de que esto no altere la estabilidad del Blog en la red, ahí van unas cuantas líneas;
PD; Hay más capítulos, pero el sólo dejar a disposición el preámbulo demuestra lo mucho que aprecio vuestra amistad, y mi aspiración por conservarla.
GAMBITO.
(voz en off) Dicese del lance en el juego del ajedrez que consiste en sacrificar un peón o pieza, a cambio de conseguir una ventaja en el ataque.
CAPITULO 1.- El encuentro Inesperado.
Carlos lee distraídamente un periódico mientras espera la llegada del autobús. Por delante de él pasa una persona bastante elegante. Una vez rebasado, reduce el paso y se gira de nuevo para confirmar que era Carlos quién aguardaba al paso del autobús.
Oscar - Perdona; tú eres Carlos, verdad?
Carlos - Pues sí; ..nos conocemos..?...Lo mira ladeadamente sin mucho interés.
Oscar - Mucho me temo que sí... ¡¡Carlitos!!; quizá si te hubiese llamado “Gambito” hubieses recordado a tu amigo Oscar. Que pasa que no te levantas para dar un abrazo a tu compañero de fatigas...
Carlos - Hombre, Oscar que sorpresa!! (se levanta); joder, pero si todo el mundo te hacíamos en la capital dirigiendo una de esas empresas tipo no se qué y asociados, o corporation o mariconadas de ésas...Pero que coño haces..?
Oscar mientras tanto empieza a cachearle de forma rápida y convulsiva, sin dejarle tiempo a reaccionar y diciendo...
Oscar -Venga, donde lo tienes? Va, joder si seguro que tienes alguno por ahí guardado en algún bolsillo, venga “gambito” que sabes que hay cosas que nunca cambian...
Carlos -¡Para!; ¡coño! Veo que sigues anclado a perpetuidad en tu retorcida infancia...
Oscar -Ya está; seguro que es esto..(mientras agita un recorte de periódico que contenía un acertijo de ajedrez..) Lo sabía!!. Es que no has cambiado nada...vamos excepción hecha del triponcete ese que se insinúa y de las entradas éstas que anuncian una calvicie de narices a la vuelta de la esquina...pero lo que se dice de... altura estás igual de tapón que siempre.. (La risa complaciente y burlona distaba mucho de la comodidad de Carlos que parecía recuperar su falta de confianza propia de aquellos históricos encuentros con Oscar).
Carlos -Bueno, devuélvemelo; no sea que te salgan sarpullidos al contacto con algo pensado para satisfacer el intelecto. Anda cuéntame que te trae por aquí.
Oscar - Pues verás, lo cierto es que la gran ciudad acaba resultando un tanto asfixiante mucho tiempo seguido; demasiado estrés y total te tiras la mitad del día atascado en cualquier calle pegado al teléfono tratando de reordenar la agenda, y así de forma recurrente vas avanzando entre atascos toda la mañana; aplazando citas inaplazables; cancelando otras y con una oreja que parece un gusiluz de aquellos luminosos de tanto llevar el móvil pegado. Total que nos dijimos María y yo que porqué no coger un poco de aire y disfrutar ahora más tranquilamente de los servicios de una ciudad de segunda como ésta, y de paso recordar nuestros tiempos de juventud,... y a la vista está que no fallamos en nuestro cálculo.
Carlos -Pues desde que te conozco es la primera vez que aciertas algo en cálculo.
Oscar -Tu y tu ironía; oye que te parece si quedamos el sábado para cenar los 4...porque te habrás casado o echado pareja....no me aparecerás con una Dama.....¡¡del Adedrezl!!..(La risa burlona volvía a estallar en la parada de autobús).
Carlos -Bueno, en realidad sí tengo pareja; ..en fin ya me conoces nada excesivamente serio.
Oscar - Oye y sigues en contacto con la gente de entonces?
Carlos - Bueno, con la mayoría sólo nos vemos ocasionalmente, salvo Mario que trabaja en la misma empresa que yo, y desde un tiempo hasta hemos ido a caer en el mismo departamento. Pero como es normal cada uno va haciendo su vida, en fin...si te quedas por aquí una temporada ya haremos un par de llamadas y tomamos unas cervezas, a ver los que nos reunimos.
Oscar -Venga; de momento, quedamos este sábado no sea que esté a punto de dejarte la chica esta y no nos dé tiempo ni a conocerla. Quedamos a las 21;30 horas en el Restaurante aquel de“las cuevas de la sal” si es que sobrevive a tanta franquicia. Invito yo, por supuesto!
Carlos - Muy bien; Allí estaré....mos. Oye una duda, María es .... María la de ...entonces.
Oscar- Sí, creía que lo sabías. Sí; finalmente acabamos casándonos; en el fondo ya ves que soy de corazón débil.....no quería hacerla sufrir más, (continua la misma risa estruondosa)
..Dice esto mientras se retira complaciente tarareando una canción de Nina Simone.
CAPITULO 2.- Deshojando margaritas.
Mario - Que pasa Carlos? Vaya horitas!! El jefe a pasado un par de veces haciendo ese recuento del personal matutino, antes de sacarse su café de la máquina.
Carlos- - Pues coño, sí se ha hecho tarde!; mientras esperaba el autobús me he encontrado pasando por delante mía al mismísimo Oscar, el .”MBA”
Mario - Estas de coña? No puede ser; seguro que era él?
Carlos- No es que me haya parecido él; es que me ha reconocido él y me ha saludado,....bueno y tocado los huevos un poco a su estilo. De todas formas Mario, tú tenías siguiendo algún trato con él, no?
Mario - Va, muy relativo; ya lo conoces apareces y desapareces de su vida según le va....pero vamos ni idea de que pensase pasarse por aquí.
Carlos-Pues, joder, ha venido, con su estilo de sobrado habitual, pero con la pedantería y regusto que le dan tantos años de experiencia.
Mario - ¿Bueno y que te ha contado?
Carlos- Pues no demasiado; me ha explicado un poco su vida atrajeada de super ejecutivo y bueno con el aire ese fanfarrón suyo...
Mario - Bueno, bueno que a ti tampoco te va tan mal aquí colocando seguros de vida a unos y otros..Y si le sumamos que no tienes casi gastos; vamos Carlitos que eres todo un partido.
Carlos- Un partido sin goles, diría yo! Me ha dicho que acabó casándose con María; si es que lo de que todos los tontos tienen suerte se queda corto.
Mario - Bueno, eso sí lo sabía; creía que tú también.
Carlos- Que va, pensaba que finalmente no se casarían! De todas formas es su manera de contarlo, con esa solvencia, ..con lo guay que era aquella tía. La verdad que siempre me ha repateado esa forma despectiva de tratar a la gente. Ese exceso de autoestima con el que se pavonea.
Mario -No sé que has desayunado pero te ha sentado fatal!. De todas formas, han pasado más de 20 años pero veo que no has perdido ni pizca de tus resentimientos.
- Carlos- Es posible; de todas formas mientras venía he estado pensando que quizá fuera una buena ocasión para darle una buena lección.
Mario - ¿A que te refieres?
Carlos- Pensaba en que pasaría si por unos días me hiciese pasar por un tío con posibles; de esos que mueven pasta; jugar un poco en su terreno y ver que reacción le causa el que cualquiera de nosotros pudiera tener el dinero y éxito que él persigue, y además llevarlo con naturalidad, sin esa altanería suya.
Mario - Pues si que te ha sentado bien el reencuentro.
- Carlos- Sabes, cuando ya se tiene cierta edad, - concretamente la que nosotros ya tenemos,- uno de repente, un día cualquiera, se mira en el espejo y se da cuenta de que ya hace tiempo que ha dejado de soñar con las expectativas e incertidumbres que la vida le depara; qué las perspectivas, mejores o peores, se estrechan y que el factor sorpresa ya no palpita como antes; tampoco se prevén grandes hazañas y todo empieza a coger un tufillo costumbrista y rutinario. Que, en definitiva, todos hemos tenido que ir eligiendo caminos que inevitablemente fuerzan el abandono de otros; vamos avanzando y avanzando, y siempre deshojando margaritas, una tras otra, cada elección, cada paso. Y al final ves que, con cada vez más frecuencia, dedicas más tiempo a hacer recuento de lo que has hecho y, sobre todo, y esto es lo más grave, de lo que has dejado de hacer. Y entonces suspiras jodidamente y te dices si no podías haber hecho algo más, haber apurado más cada paso, aunque en el fondo estés conforme con el camino tomado.
Mario - ¿Te estás leyendo algo de Proust?; yo te aconsejaría que volvieras a tus ejercicios de ajedrez.
- Carlos- En el fondo, -y eso es mucho decir tratándose de ti-, sé que por esas sensaciones pasamos todos inexorablemente. De todas formas te he metido este rollo porque estoy pensando seriamente en darme ese gusto; en aparentar ser lo que más valora; el personificar su frase lapidaria del tanto tienes tanto vales. En no mirarme en el espejo y recriminarme el no haberlo intentado.
Mario - Conociéndote casi mejor me ahorro convencerte de lo contrario...
- Carlos- Sin embargo, el rollo que te he soltado no es gratuito, voy a necesitar que me prestes un dinerillo para poder interpretar mi papel correctamente.
Mario - Vamos, tu me estás tomando el pelo! No sé si estás de guasa o qué pero olvídate.
- Carlos- Mario, coño, que te lo devolveré!; es un préstamo, Ya sabes que el poco dinero que yo tengo está siempre invertido en acciones, filatelia y todo eso requiere, - en unos casos mas que en otros-, cierto tiempo. No puedo malvender las acciones ahora que me he conseguido subir a una burbuja de esas especulativa; yo que siempre las había cogido ya pinchadas, y que te voy a contar de la filatelia con la que hay organizada. Además, no me puedes decir tú que no; tú que inventaste el nanofraccionamiento sin intereses. Que cuando te he prestado yo algún dinero me lo has devuelto hasta deduciéndote los desayunos de las mañanas, y con unos redondeos más propios de una ONG que de un amigo.
Mario - Mira si vas a empezar a revolver en la historia...
- Carlos- Venga, déjate de rollos; préstame 3000 Euros y no te hagas más de rogar. De lo contrario me veo obligado a abandonar mi plan, la cita...y todo.
Mario - Te advierto que te voy a prestar un dinero que no tengo, y que estaré diariamente persiguiéndote; vamos en el mismo plan que te ponías tú.
- Carlos- Trato hecho.
Mario - Bueno, pues por lo menos cuéntame cual es el plan.
- Carlos- Básicamente no hay más plan que el que te he confesado, pero estoy seguro que en la misma cena el plan se elaborará solo.
- Mario - Ah, coño! Osea que aquí haciéndote la víctima y ya habéis quedado para cenar. Cena para tres, supongo?
- Carlos- Supones mal para cuatro; sólo que aún no sé muy bien como me lo organizaré para cumplir mi parte. Igual con ese aire de gay que tienes te pido que por un día cumplas tu sueño y te disfraces de mujer.
- Mario - Con tal de no perderme la cena lo haría encantado, ...y me temo que no es del todo descartable por que si tienes que encontrar pareja en 48 horas cuando no lo has conseguido en 48 meses.
- Carlos- Oye, que con Oscar ya voy servido de “capullos”; me quedo con tu papel gay de la historia. De todas formas he pensado en hablar con Marina, de administración.
- Mario - Una idea cojonuda;..salvo que hasta la fecha, en esta oficina, tan sólo el perchero ha tenido el placer de presenciar como se desviste. Esa tía está muy buena, es alta, atractiva, agradable...; ese estilo de tía no suele andar con tíos como tú, entiéndase no altos, no atractivos, no agradables,... resolviendo crucigramas de esos de ajedrez enamoradamente en las paradas de autobús. Joder, esas tías ni siquiera cojen el jodido autobús...y Ajedrez creen que es una marca de complementos.
- Carlos- Sólo espero que lo tenga algo menos claro que tú.
- Mario - Y en la conserje no has pensado?
- Carlos- He pensado... en tu madre!; coje el autobús?
- Mario - Eh, eh!! no te piques conmigo, que el problema te lo has creado tú por querer dar una apariencia que no te corresponde. Por ese ánimo de revanchismo que tienes con él. Porque si le hubieras dicho tranquilamente que no tienes pareja no estaríamos tú y yo discutiendo si la portera es tu media naranja o no!!
Carlos- Vale, perdona, tío; igual tienes razón. Déjame pensar; si no lo veo claro pues le llamo, o finjo que Marina ha cogido un virus estomacal extrañísimo en nuestro crucero por el Nilo, y que ahora todo lo que come lo vomita en cuestión de segundos, y que para no joderle el Armani, pues que hemos pensado que mejor se quedaba en casa. Y sólo me presento yo.
- Mario - Venga, venga más ánimo que tú eres un Potro Italiano.
- Carlos- Oye, que ese era Rocky..
- Mario - Bueno, ..es lo mismo. El caso es que ahora mismo en cuanto aparezca te lanzas a hablar con la amazona de Marina y le explicas que es lo que hay, y que como se niegue definitivamente te echas en brazos de la portera.
- Carlos- Te agradecería que por el momento te olvidaras del asunto; no quiero sentir tu mirada clavada en mi nuca toda la mañana.
- Mario - Vale, vale te dejo solo a ver como te apañas.....;
Cada uno de forma simultánea empieza a trasladar pilas de papeles de un lado de la mesa a otro variando el caos desorganizativo que se apodera de ambas mesas de trabajo...
- Mario - Si encesto desde aquí, cosa bastante probable sabiendo de mi puntería, es que va a pasar de ti como de comer...
- (Le interrumpe)... Carlos- Pero es que no me vas a dejar tranquilo.
- Mario - (Lanza y falla). Pues la verdad....No!. Esta bien doble o nada; si fallo de nuevo, cosa que la teoría de la probabilidad rechaza de plano, es que finalmente vas a tener suerte y se producirá el milagro.
- Mario - (Lanza y falla, y mientras mira minuciosamente un papel hecho pelota)- Joder, los papeles estos reciclados cada uno pesa lo que le pasa por los huevos. Así no hay manera de mantener mis míticos registros.
- (Sigue tirando sin acertar uno hasta que coincidiendo con que Marina entra repartiendo el correo, le tira uno directamente a él).
- Mario - Vamos campeón, es el momento...
- (Marina, se acerca a su mesa a hacerle entrega de su correo; en el momento de dejar el sobre en su mesa, Carlos le coge la mano).
- Carlos- Marina, hola, tenía interés en hablar contigo un segundo.
- Marina - Pues se te acaba de escapar en decirlo.
- Carlos-¿El que?
- Marina - El segundo.
- Carlos- Bueno, ya veo que esto de trabajar en el Departamento de Administración crea deformación personal. En ese caso, y aún a riesgo de hacer un cálculo erróneo me gustaría invitarte a unos 20 decilitros de un martini o similar y charlar por espacio de 25 minutos, a cronometrar a partir de las 18:oohr de esta tarde, hora Meridiano Grenwich + 1.
(Se queda pensativa mientras lo mira de arriba abajo descaradamente).
Marina - Bueno, porque no? Que son 25 minutos, después de todo.
- Carlos- 1500 segundos; a tu lado un instante; sin ti una eternidad.
- Touche! Luego nos vemos.
- Carlos- Te espero en el Irlandés de la esquina. El pub; no el McDonalds.
4 comentarios:
Muy buen e interesante blog. Tal vez le interese el libro virtual para descargar EL ARTE DE LA VENTAJA.
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Saludos
Joer macho, publicidad en el Blog, qué pasada !!!
Sólo dime que has hecho copia-pega de Word.......
POR SUPUESTO!!Aprovecho para anunciaros que, durante un tiempo, Ana no estará diponible para nadie; La razón sencilla. Hoy mismo ha iniciado la aventurilla de la Playstation que le regalasteis. Estaré disponible indefinidamente
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