Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Mirad fijamente a la nariz de esta chica durante 30 segundos y luego mirad una pared blanca o al techo parpadeando rápidamente. Es más que curioso lo que sucede...