Pablo Neruda:

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.

domingo, 22 de julio de 2007

LA MALDICIÓN DEL GANADOR (CAP 3)

CAPÍTULO 3.- E2-E4.

- ¿Qué les sirvo?

- Carlos- ¿Qué tiene de unos 20 centilitros y que se beba en 1500 segundos?

- Marina- No le haga caso; póngame una cerveza negra.

- Carlos- Para mí lo mismo... pero rubia.

- Marina- - Es curioso, llevo dejando sobres en tu caótica mesa durante más de un año, y apenas me has dicho nunca nada, salvo alguna cortesía y alguna burrada a mis espaldas.

- Carlos- No recuerdo ninguna cortesía. En serio, tienes razón y te pido disculpas por mi frialdad. Quizá me hice una imagen de ti algo injusta, y casi sin darme cuenta mi falta de auto confianza me apartó de haber tenido un trato más normal

- Marina- - Bueno, en el fondo y a pesar de tus distantes maneras de tratarme, por alguna causa difícilmente explicable no me caíste mal. De hecho aquí estoy, pero en fin, ¿el traerme hasta aquí se trataba sólo de una apuesta con el tarado de tu compañero o tenías idea de contarme realmente algo?

- Carlos- Es extraño. Le he dado mil vueltas a como podría explicarte de qué manera necesitaba de tu ayuda; me angustiaba imaginando la conversación en mi cabeza, me agobiaba suponiendo tus expresiones sobre la marcha y también calculando tus conclusiones.

- Marina-¿Y?

- Carlos- Que sin embargo, no había reparado en el color amarillento que además creo estar cogiendo; ni en el sudor frío de mis manos,... pero en cualquier caso me da un punto de tranquilidad el mirarte a los ojos y una falsa confianza. En fin el Plan es el siguiente... (Los gestos sustituyen a las palabras, la música del sitio gana volumen y finalmente...).

- Carlos- Finalmente se retiró tarareando aquella cancioncilla vidriosa de “It’s raining again”, siempre flotando en ese aire de autocomplacencia.

- (Sigue Carlos); Ya sé que es una barbaridad, pero... ¿no vas a decir nada?

- (Un beso fue la respuesta muda que le ganó el alma).

- Carlos- No me importa repetir mil veces la pregunta si sigues así de muda y convincente a la vez.

- Marina-¡Puedes contar conmigo!... pero sin aprovecharte... en exceso... ¡por ahora!

- Carlos- Sabes, es la primera vez que creo que el Óscar este va influir positivamente en mi vida. Debe de estar retorciéndose o si no, es cuestión de tiempo. Yo, habrás comprobado, no estoy muy familiarizado con este tipo de movidas. Supongo que tendremos que vivir juntos unos días para tratar de hacer creíble nuestros personajes, al estilo Matrimonio de Conveniencia y esas cosas.

- Marina-¡Tampoco te pases! Yo creo que bastará con que nos conocemos del trabajo y que vamos saliendo ocasionalmente. ¡Ah! Otra cosa, las exageraciones sobre nuestra desmedida capacidad sexual, trata de contarlas muy resumidamente mientras vamos las mujeres al aseo. Después olvidas todas las fantasías y te centras en comerte tu platito y ya veremos qué te pido yo a cambio.

- Carlos-¡Vaya!, desde este momento ya sé quién lleva los pantalones en esta familia.

- Marina-¿Pero qué familia?

- Carlos- Que es broma,... ¡cari! (Marina hace el gesto de pegarle en la cabeza, pero éste se retira sonriente) Pero que es broma... lo hago por practicar.

- (Marina) Oye, de todas formas te recuerdo que apenas nos conocemos y aunque es una obviedad decirlo, no tenemos ningún compromiso. Ni te tengo, ni me tienes que dar explicación alguna.

Carlos-¡Que sí, cari, que sí!. Oye, ¿me presentarás a tus padres? (El mismo intento de pegarle en la cabeza, que vuelve a esquivar). ¡Joer, que es broma!

- Carlos- Te advierto que si me pegas en la cabeza corro el riesgo de volverme normal y... en tal caso, el plan se irá al garete.

- Marina- Me has convencido... ¡cari!


2 comentarios:

juanchipirón dijo...

Se está poniendo muy interesante... esperamos con impaciencia el capítulo 4 y lo que pasará en la cenita...

Felicidades, artista!

Joanmaga dijo...

Bien Niño bien, esperamos el cuarto con impaciencia..... aunque ya tengo críticas.