Pablo Neruda:

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.

domingo, 29 de julio de 2007

DE PASEO POR....ESTAMBUL!



Hay tantas Guías, Documentales, Revistas Especializadas, Programas de Televisión específicos sobre viajes y cultura que uno llega a Dos conclusiones inmediatas; la gente no sabe sobre qué escribir durante el “parón” liguero, ...y que debe estar medianamente de moda viajar o conocer otros “modus vivendis”.

Esta introducción pretende justificar que no pienso entrar a describir mezquitas, harenes o adentrarme en su historia; para eso ya está el bombardeo publicitario aludido. Tan sólo lanzaré, movido por las experiencias o sensaciones vividas, ideas o conceptos que pretenden alejarte o acercarte a esta embrujadora ciudad. Puedes estar tranquilo, este rincón viajero escribe, aunque torpemente, con la libertad de quién en modo alguno tiene interés alguno en convencer de nada, tan solo practicar un poco de mecanografía y quizá ayudarte a tener una idea más cercana de Estambul.

SUS SIETE PECADOS CAPITALES…Y OTROS PECADOS VENIALES

1.- Es la única ciudad que se asienta en Dos Continentes; no obstante existe mucha gente que cree pisar Asia nada más cruzar el Puente Galata - (puente azulado que salva el denominado Cuerno de Oro y conecta Eminonu en la ciudad antigua con la Ciudad Moderna ó más occidental, donde se sitúa Torre Galata) - y empieza a dar saltitos de aventurero conquistador. Craso error porque uno sigue en Europa; para adentrarse en Asia debería coger un ferry por el Bósforo hasta Uskudar o Kadikoy. Como sospecháis la fisonomía de sus habitantes no cambia repentinamente, y por tanto ni atisbo de ojos achinados o una piel amarillenta que fotografiar.

2.- El perfil de la Ciudad Antigua al atardecer; tenía que haberlo puesto lo primero. Aunque las mezquitas se reparten por toda Estambul es especialmente impresionante ver el perfil de la Ciudad Antigua salpicada por varias de ellas. Las mejores vista, desde el puerto de Eminonu y también desde lo alto de Torre Gálata. Los muecines desde lo alto de los minaretes llaman a la oración a los fieles hasta 5 veces al día, mediante sentidos cánticos amplificados, que se entrelazan de un minarete a otro hasta invadir todos los rincones de la ciudad. Son de esos detalles que te cautivan, … salvo que te despierten de una tardía siesta.

3.- La Gastronomía; - por orden de nivel de segregación salival generada tras pasar un mes desde mi vuelta-; Delicias turcas (a base de pistacho y con hojaldres caramelizados); Pistachos( insuperables; los clasifican por su tamaño y no les ponen sal), Lubina y en general el pescado, bastante recomendable. Y sí, los Kebaps; sin embargo, hay que decir que no les ponen la salsa a la que aquí estamos acostumbrados. Un Kebap típico se sirve en plato sobre pinchos, acompañado de un flan de arroz y guarnición de cebolla, lechuga y col. El rollito que nosotros conocemos se llama Durum y es menos habitual de lo que creía, una pequeña decepción. Son típicos también los mejillones rellenos con arroz (hay otras modalidades; mejillones a la brasa, y creo que hasta los toman crudos con limón, .…mas barato que tomar ostras, sí sale), así como tomar bocadillos de caballa en el puerto (la solución mas aventurera). En cuanto a la bebida, en la parte antigua no es frecuente ver a la gente beber Cerveza, y si lo hace, se cobra una barbaridad,…pero en la nueva, sobre todo en la plaza Taksim y alrededores de la calle Istiklal, hay numerosos bares en las que se ofrece como gancho. La cerveza local está bastante buena (EFES) y sólo cuesta la mitad que una de importación. De whiskies o bebidas blancas ni hablamos.

4.- Los bazares. Aunque es típico el Gran Bazar y el de las Especias (ambos cubiertos), lo cierto es que, en las zonas más inmediatas a éstos, las calles configuran un mercadillo permanente que se va desplegando haciendo de la ciudad un mercado en si misma. Todo son minoristas; aquí no hay Corte Inglés ni centro comercial que valga. Es imprescindible visitarlo pero sólo cuando estés dispuesto a entrar en el juego del regateo y alguna que otra discusión; en cualquier caso mejor llevar billetes de poca cantidad que facilitan las transacciones. Puedes llegar a comprar por un tercio del precio de salida. En cualquier caso, tienes la sensación de que siempre han salido ganando. Desde luego no cortarse, para eso ya están los japoneses que les cuelan de todo. El cambio actual está sobre 1,75 liras turcas por cada euro, de manera que de forma aproximada viene a ser como retrotraerse a las cien pesetas. Vamos, una cosa de locos.

5.- Las Mezquitas. Su arquitectura resultante enigmáticamente persuasiva. Son como cascadas de bóvedas y cúpulas que descienden formando un volumen que sobresale dignamente en el paisaje. Vistas algo lejanas parece invertirse en el tiempo y casi toman formas futuristas, con sus esbeltos minaretes flanqueando su perímetro. Las hay con 6,4 y 2 minaretes en función de su categoría, y de las ganas del arquitecto, claro. Lo mejor es ver la foto, dejarse de descripciones baratas y opinar uno mismo.


6.- El Tea . Obviamente no se puede ir a “Istanbul” y no probarlo (El poleito aún no pega con fuerza, ….pero es cuestión de tiempo). El mejor y más apreciado: el Té Turco. Después, sin duda, el de manzana o naranja. A partir de ahí, ofrecen otros que llaman aromáticos (menta, tropical, etc.) que no se diferencian en nada de uno de Hacendado de por aquí. Un placer muy común del lugareño de allí es dejarse caer por una tetería, backgammon en mano, y echarse una partidita mientras fuma de su pipa de agua (narguile) y ver bailar como una peonza en trance a un Derviche. El café está fortísimo y mi estómago sólo lo resistió una vez camino del baño. Respecto a los helados, deben tener grasas no animales y resultan pastosos y con poco sabor (no los aconsejo). Mucho mejor los Algida (Frigo) de toda la vida (calippo y otros de hielo).

7.- Las tradiciones. Estambul refleja un cierto contraste por las distintas culturas que parecen convivir en la ciudad. Esto se manifiesta en las muy distintas formas de vestir; mientras un quinto de las mujeres sufre a pleno sol las incomodidades de un atuendo negro que la envuelve de los pies a la cabeza, concediéndole únicamente el beneplácito de la visión, otros viven sumidos en una especie de era metrosexual. De tal manera que la mezcolanza de formas de pensar, vestir y vivir sorprenden al viajero que acaba por plantearse si está contribuyendo a ese extraño pastiche social.

FLASHES-
El tráfico es algo caótico, impulsado por multitud de taxis amarillos.

Los baños turcos siguen siendo una fiel tradición local.

En el gran Bazar, se vende de todo y se regatea todo; hasta las cajas de pasteles. Te acabas sintiendo un poco ridículo.

Tienen Tele Mc Donald’s. Todo un adelanto a mi entender.

Es imperdonable no dedicar un día a recorrer en ferry las orillas del Bósforo.

Son bastante buenos con los idiomas, incluyendo el español, en no pocos casos.

También son hospitalarios, en especial cuando se trata de elegir restaurante. Los responsables invaden la calle, para con su mejor talante, -pero al borde del asalto-, tratar de que entres en ellos. Especialmente caótico en el barrio de los pescadores y al final de calle Divanyolu.

Por lo experimentado, ahorraros pedir calamares; mejor en estas latitudes.


Te invade una extraña sensación de seguridad paseando sus calles y eso que en Sultanahmet (en el centro de ciudad antigua), existen muchísimas casas deshabitadas, el alumbrado es ínfimo, y salvo las calles principales el resto parecen en la noche bocas de un túnel. Quizá esto se compensa con un cuerpo especial de la policía orientado al turista y armado hasta los dientes.

3 comentarios:

juanchipirón dijo...

Tiene que tener bastante magnetismo la ciudad, especialmente por la mezcla cultural...

Paradójico que en un pais islámico el alcohol (cerveza y otors "spirits") fluya en cantidades industriales no sólo para turistas... Yo me llevé la misma impresión en Bosnia...Qué diría Mohamed???

En cuanto al poleíto... Si ya están acostumbrados, además de a su propio té, al aromático de "menta"... todo es cuestión de tiempo!!

Supongo que el paseo por el Bósforo te evocaría al viejo Imperio Otomano, Constantinopla, Bizancio.. y hasta la Batalla de Lepanto.

Qué envidia!!!

El Master dijo...

Merhaba Joaquín Ibrahim

Debe ser un pais muy interesante , me lo apunto en la larga lista de lugares pendientes de visitar...aaaaay.

Por cierto, no has comentado nada de la famosa FUL DE ESTAMBUL.

Hosçakalin a to2.

El Master dijo...

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